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CONSAGRACIÓN A LA LLAMA DE AMOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

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Paso a paso: Altar de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.

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Coronilla de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María. Querétaro, México

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  EL SULTAN Y SAN FRANCISCO DE ASÍS ¿CÚAL ERA EL VERDADERO PROPÓSITO DE SAN FRANCISCO AL IR A VER AL SULTÁN? El actuar de San Francisco de Asís desde que se dejó llevar al extremo por el Espíritu de Dios fue y es hasta la fecha casi incomprensible para la humanidad. San Francisco de Asís quiso terminar con la guerra de las cruzadas, San Francisco era un hombre de paz y de bien. Para esto pidió permiso para ir a Tierra Santa el cuál le fue concedido.   Su propósito fue convertir al Sultán. A su llegada lo apresaron. Las gentes del Sultán no sabían quién era y mucho menos sabían a qué había llegado a su lugar de residencia. San Francisco intentó hacer un diálogo apologético con el Sultán pero al ver que éste le insistía en que se hiciera musulmán para perdonarle la vida, entonces decidió entregarse por completo para lograr convencerlo de que Jesús es Dios. Para esto le dijo que prendiera fuego y que su sacerdote pasara entre el fuego y él también lo haría. Esto ante todos parec

La Merced, Querétaro y Santa

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El padre <Santa> Un sacerdote que dedicó la mayor parte de su vida a consagrar familias a los Sagrados Corazones de Jesús, María y José, nunca pedía nada a cambio, al contrario, si podía te ayudaba con lo que tuviera a su alcance. A pesar de sus dolencias físicas tenía siempre a flor de piel palabras de aliento y chistoretes blancos con los que siempre sacaba una carcajada o al menos una sonrisa en todo aquel que lo escuchara. Los que acudimos con él, nunca quedamos defraudados, siempre estaba atento a las necesidades de las personas que se le acercaban. Sin duda, un sacerdote excepcional que conocía el don de la gratuidad.
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Entre las muchísimas revelaciones que tuvo el Padre Pío, y que se caracterizaron por el don de la profecía tenemos la siguiente: Nuestro Señor Jesucristo le dice al Santo Padre Pío de Pietrelcina: El castigo: Precedido de tormentas, vientos desencadenados y terribles terremotos, que abrirán la Tierra y la harán temblar, Yo vendré una noche, durante los fríos meses de invierno, a este mundo cargado de pecados… Rayos y centellas, salidos de incandescentes nubes, encenderán y reducirán a cenizas todo lo que está contaminado por el pecado. La destrucción será total. El aire envenenado cargado de gases sulfurosos y levantando asfixiantes humaredas, será llevado a grandes distancias por las ráfagas del viento. Las obras levantadas por el hombre con espíritu loco y atrevido de adoración a sí mismo, queriendo demostrar su limitado poder, serán aniquiladas. Entonces la raza humana comprenderá que hay una voluntad muy superior a la suya, que destruirá sus vacíos alardes de vanagloria. Rá